THINGVELLIR, LA TIERRA DE NADIE ENTRE DOS CONTINENTES

Hay lugares que parece imposible que existan pero la geología y la naturaleza se empeñan en contradecir a nuestra lógica. Thingvellir, en Islandia es uno de esos lugares.

Las placas continentales Americana y Euroasiática se encuentran en mitad de la dorsal atlántica, una cordillera subterránea que atraviesa el océano de norte a sur, formada por las fuerza de la confluencia de ambas placas. Es el lugar donde , geológicamente, Europa y América tienen su frontera y se puede observar claramente en las fotografías por satélite.

.

Pero esa cordillera subterránea tiene el capricho de salir a la superficie, en medio del océano , en una isla llamada Islandia. Islandia, la tierra más joven de Europa, se formó precisamente por movimientos tectónicos y toda ella es de origen volcánico. Es tan “joven” que aún hoy en día aparecen volcanes, geiseres y demás consecuencias de su asentamiento orogénico.

La dorsal oceánica atravesando el atlántico, en medio de su camino, Islandia

La dorsal oceánica atraviesa Islandia de oeste a este, pero es en el sur, cerca de la capital Rejkyavik, donde se puede observar con mayor claridad . El Parque Nacional de Thingvellir se encuentra enclavado en un espacio flanqueado por los afloramientos de la placas tectónicas. La americana se eleva grandiosa , con sus paredes de basalto, como una cordillera. La europea, más modesta, tiene que ser adivinada entre las ondulaciones del terreno. Entre ambas se ha formado un pequeño espacio relleno de sedimentos que los islandeses llaman Tierra de Nadie.

Parque de Thingvellir, la placa europea se puede ver encima de las casas del Parque.

La Placa Americana.

El Thingvellir es un lugar mítificado para la historia de Islandia. Mucho antes de conocer su significado geológico, se convirtió en la sede de la reunión del primer Parlamento vikingo, el Althing. Durante el verano boreal, cuando las noches son casi eternas, se reunían los clanes para impartir justicia, hacer pactos, comerciar, etc. Todavía se puede ver la poza a la que arrojaban a las mujeres infieles, ( al final siempre pagan los mismos). Se considera el parlamento más antiguo del mundo, reunido desde el 930 , siguió en funcionamiento hasta el 1799.

Vista de la Tierra de Nadie desde la placa americana.

Recorrer este espacio supone experimentar la fascinación de un lugar que no se adapta a las divisiones tradicionales de los continentes, y que, por ello mismo, nos hace sentir la fragilidad que tienen las categorías tradicionales del conocimiento.

Es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 2004.

Imagenes de Wikimedia commons