"Sobre todas las cumbres está la paz"
Goethe
Al situar al hombre de espaldas, despersonalizado de rasgos que permitan identificarlo, Friedrich consigue involucrar al espectador, que se identifica inmediatamente con él. Ante un marco natural espléndido, el hombre se siente fascinado por la naturaleza, a la par que arrastrado por el sentimiento de lo sublime. Fascina , no por su belleza, sino por su grandiosidad , por la consciencia de la finitud humana . Pero atrae, ya que el hombre se asoma al abismo al que sin duda le ha costado llegar para , en un vano intento, sentir que ha cumplido lo imposible, dominar desde arriba un mar de nubes.
Allí , olvidado en un Museo o en los libros de los historiadores , como es el destino de todos los cuadros, estaría. Pero la historia de esta imagen ha sido diferente.
Ahora, al colocar a un personaje de espaldas a un espacio abierto, estamos evocando, sin saberlo quizás, a Friedrich.
Alexander, de Oliver Stone.
Alejandro Magno contempla las montañas orientales , tomando la decisión vital de seguir avanzando hacia el este.
El recurso es muy utilizado en cine. Suele verse cuando un personaje se enfrenta a su destino o contempla el resultado de sus acciones . El espectador se siente identificado con él. Sus miedos, dudas, esperanzas. La soledad con la que todos nosotros nos encontramos cuando tomamos decisiones trascendentales. El destino incierto.
Harry Potter IV regresa ( en escoba) tras vencer a un dragón. Es un momento de triunfo y poder.
Encuentro que los motivos por los que funciona tan bien, por lo que ha sobrevivido al tiempo son dos: Por una parte la silueta ,muchas veces a contraluz del personaje. Cuanto menos rasgos personales tenga, más fácil es identificarse.
Annie Leibovitz. "Susan Sontag en Petra".
La elección del punto de vista muy bajo,la distancia y el contraluz hacen el mensaje universal y eterno.
Por otra parte, el fondo siempre tiene que ser grandioso, a veces incluso vacío, y está en nuestra genética la sensibilidad ante los espacios que nos empequeñecen.
Hoyningen Huene. "Bañadores Izod".
Pero no quiero dejar de enseñar dos ejemplos en la pintura.
El primero es la pintura de Wyeth, “El mundo de Cristina”.La altura de la línea del horizonte es fundamental en ella. Si en Friedrich los horizontes son siempre bajos, lo que libera el espacio del cielo y evoca libertad, la figura baja de la niña nos muestra un mundo que la aprisiona, un espacio cerrado, que le impide ver más lejos del horizonte, provocando claustrofobia a pesar de ser un exterior.
Andrew Wyeth. "EL mundo de Cristina".
Hace casi doscientos años, un pintor encontraba una imagen clave que ahora forma parte de un lenguaje universal.
1 comentario:
Un encantandor e intenso trabajo, en el que estamos dimensionando la tremenda capacidad de una amiga, que sobre todo lo es intelectual. Pocas veces estoy tan de acuerdo en algo con alguien y pocas aprendo tanto como leyendo tus posts. Por no defraudar diria: sencillamente magnífico y estupendo.
Publicar un comentario