martes, 30 de marzo de 2010

DIBUJAR EN EL PALEOLÍTICO

Hace 32.000 años antes de nuestra era, se pintó esta maravilla llamada cueva de Chauvet, en Francia. Son los dibujos y pinturas más antiguas que se conocen. La distancia que separa a estas pinturas de Altamira, unos 16.000 años, es similar a la que separa a Altamira de nuestra época.



Las pinturas permanecieron escondidas hasta 1994 . Afortunadamente, nos encontramos en un momento en que estamos preparados para apreciarlas, y no se ha dejado de investigarlas desde entonces. No vamos a intentar desentrañar su significado, me parece imposible presentar una teoría y hasta los más importantes prehistoriadores no se ponen de acuerdo.

Lo que vamos a hacer es aprender dibujo con ellos como maestros.

El dibujo es la primera manifestación del arte humano. De hecho, no sólo es la más antigua, sino también la que primero aprendemos a utilizar cuando somos pequeños, antes que la escritura. Luego, poco a poco, la vamos perdiendo, ya que en nuestra sociedad el intercambio de información está basado en la lectoescritura.

Pero en el paleolítico no hay escritura. Así que se fomenta ese don natural para el dibujo.

El primer paso para un dibujo elemental es el contorno. La línea muestra los bordes de la figura, sin penetrar en sus detalles interiores. Oso de Chauvet.

Si prestamos atención a los mismos, hablamos de contorno y dintorno.


Puede que no dibujemos más que el contorno , y luego se coloree de forma lisa y uniforme su interior: en tal caso hablamos de silueta. Ciervo de Lascaux



Con el dibujo no sólo trabajamos la línea en positivo (marca oscura sobre claro), en ocasiones, se extrae un dibujo en negativo, con el fondo oscuro, y la imagen obtenida por raspado. Chauvet

Sin duda una de las aportaciones más llamativas es la del gran panel, donde encontramos dibujados una gran variedad de animales: ciervos, rinocerontes, leones, y caballos. La técnica elegida para trabajarlos es variada. En principio los rinocerontes aparecen marcados con líneas, que pueden entenderse como arrepentimientos en el trazado de los cuernos, pero que crean una sensación de movimiento parecida a las líneas cinéticas del comic.


Pero lo más llamativo es la composición de los caballos.


Porque por primera vez aparece la representación del espacio.

Expliquemos esto. Los recursos que sirven para crear profundidad son la superposición y el cambio de tamaño. Si se aplican las leyes de la perspectiva, también el cambio de color, y la deformación , pero esto se lo dejamos a los florentinos, que si no , no han inventado nada.


Cada caballo se superpone al que tiene detrás de manera medida, planificada, y además van disminuyendo de tamaño. De hecho, parece una representación convencional de la línea de salida de una carrera. El cuerpo de cada caballo está oculto por el de delante, no se dibuja, como hacemos nosotros. Cuando alguien comete el error de dibujar los dos, se le dice que los objetos no son transparentes.

Y el mismo proceso se ha intentado en las leonas cazadoras. Aquí sí aparecen algunas líneas que sugieren transparencia, pero pudo ser que se pintaran primero y no se pudieran borrar. ¿Qué decir de las patas en el aire, dispuestas para la carrera?


De lo que no hay duda es que los animales se han dispuesto en masa, representados de forma naturalista, como estaban en la manada , sin ordenar para delimitar un espacio.Las cabezas de las leonas aparecen giradas en distintas posiciones, y si nos fijamos en la de arriba, es de menor tamaño, y está menos trabajada, lo que sugiere lejanía.


Se puede establecer diferente grado de iconicidad, es decir, parecido con el referente real. Quizá las más icónicas de todas sean los bisontes de Altamira, cuyo sombreado interior, proporción exacta , y coloreado nos aproxima más a ellos. Por el contrario, en Lascaux, encontramos un mayor grado de síntesis o abstracción ,con modelos que prescinden de la proporción para prestar atención al detalle artístico o a lo elemental que sirva para identificar la figura.

Los caballos chinos son un buen ejemplo. Es un animal muy estilizado, si lo comparamos con los de Chauvet. La línea de contorno es delgada y tiene una cabeza muy pequeña para el tamaño descomunal del vientre. Pero la belleza de la imagen viene en este caso de la técnica utilizada.


Si la línea normalmente se marcaba con carbón y se coloreaba con pigmento seco , a la manera de pastel aquí se ha impregnado de pigmento líquido sobre una superficie húmeda, lo que hace que tenga ese acabado irregular que recuerda a las pinturas con tinta china. Es un efecto que se consigue fácilmente con un papel grueso mojado , en el que la pintura difuminándose una vez aplicada ya que se filtra por los poros húmedos. Lo sorprendente es que se sacara partido de esta técnica que los europeos no descubrieron hasta contactar con el Lejano Oriente.

Otro efecto para crear volumen es el enmascarado de zonas. Parece ser que la técnica del soplado para colorear se hacía a través de la caña de una pluma, por la que el pigmento líquido se pulverizaba sobre la superficie. Esta técnica puede ser incontrolable si no se marca bien la zona que debe cubrir. Los artistas tapaban lo que no les interesaba, preservando el color de la superficie, como en las patas del bisonte de Altamira. Así consiguen que se separen visualmente del cuerpo.



Otras veces dejaban superficies en blanco de manera estudiada para crear efectos de luz y volumen. El toro siguiente, de Lascaux, es un buen ejemplo. La superficie del lomo resalta como si estuviera al sol.



Conseguir toda esta variedad de técnicas y estilos nos habla de unos conocimientos depurados que se transmitirían de generación en generación . Permanecieron ocultos tantos milenios que no pudimos aprovechar sus enseñanzas. Pero su descubrimiento actual me hace sentir una cercanía especial por sus clases de dibujo, que se plantean problemas tan cercanos a nuestra forma de entender la plástica.

1 comentario:

Unknown dijo...

Cada día me sorprendes más, que nivel, que gozada leer tus explicaciones. Mi forma de ver el arte paleolítico ha cambiado, es un placer inmenso contar con alguien que ve las cosas que tu las ves y sobre todo como las explicas. Gracias.